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Diario de nuestro viaje a Bélgica y Holanda

Brujas


Vista del canal desde Rozenhoedkaai

Al día siguiente nos pusimos en camino a la 9:30 y llegamos a Brujas alrededor de las 12. Lo primero localizamos el hotel que habíamos reservado previamente por Internet. Nos indican sobre un plano donde hay un aparcamiento subterráneo a precio asequible y que está a cuatro minutos andando del hotel. Por otra parte está a solo 300m de la plaza Markt y a 50m de la plaza del ayuntamiento. Es decir una situación inmejorable, que nos permite ir a descansar un rato después de comer sin perder mucho tiempo.

Después de dejar el equipaje en el hotel y el coche en el parking, nos dedicamos a patear la ciudad y por la tarde montamos en uno de los barcos que pasean a los turistas por los canales.


Parque Minnewater

Brujas, es para nuestro gusto la ciudad más bonita que visitamos, no solo por su conjunto histórico, que es muy amplio sino también por el resto de la ciudad que no desentona en absoluto con él.

Para poder recorrer más ampliamente la ciudad, al día siguiente alquilamos bicicletas. Con ellas puedes ir no solo a cualquier sitio sino por cualquier sitio, pues las bicicletas allí tienen permitida la circulación incluso en sentido contrario en las calles de dirección única que son la mayoría. El único inconveniente para los que no acostumbramos andar a menudo en bicicleta, teniendo en cuenta que la mayoría de las calles están empedradas con adoquines, es que se acaba con la rabadilla lesionada.


Vista nocturna de un canal

Montados en ellas nos visitamos el parque Minnewater, con un estanque central muy vistoso, y recorrimos un camino por el lado este de la ciudad, bordeando un amplio canal y con varios de los antiguos molinos de viento en su recorrido. Comimos, y nos acercamos al hotel a descansar un rato (siesta española). Nos permitieron dejar las bicicletas en el patio interior del hotel.

Después recorrimos todos los entresijos de la ciudad, plano en mano, y cuando dejamos las bicicletas a la caída del sol sentimos algo mas que alivio en las posaderas.

Esa noche se jugaba la final de la Eurocopa, entre España y Alemania, así que Rosa y Flavio, los “futboleros” de la familia se quedaron en una terraza con televisión, para ver el partido mientras yo iba a hacer fotos nocturnas de la ciudad.